¿Cómo curar la tos con remedios naturales? Desde aceites esenciales hasta infusiones y tés de hierbas, desde la nutrición hasta el yoga: aquí encontrará 7 remedios naturales contra la tos, ya sea seca o aceitosa, para liberar las vías respiratorias, curar los dolores de garganta y finalmente volver a la respiración.
Antes de que averigüemos cómo tratar la tos con remedios naturales, analicemos más de cerca este molesto problema, sus tipos y causas. La tos es una reacción protectora del cuerpo, a través de la cual los pulmones tratan de eliminar las excesivas secreciones bronquiales cuando sienten la presencia de cuerpos extraños.
Las causas de la tos son múltiples y se dividen en causas exógenas (humo de tabaco, esmog) y causas mecánicas (secreciones, estrés vocal, cuerpos extraños, hipertrofia de las amígdalas). La tos también está relacionada con el asma, la rinitis alérgica, la bronquitis crónica y el enfisema pulmonar. El estímulo de la tos también puede ser generado por todas las infecciones laríngeas y traqueales, por enfermedades que afectan a la circulación sanguínea o por la toma de ciertas drogas.
La tos puede ser de diferentes tipos. La tos seca tiende a presentarse en asociación con síntomas característicos como fiebre, malestar general, dolor de garganta, náuseas, voz ronca y dolor articular. La tos gorda, en cambio, es la que manifiesta la presencia de moco catarral y nos hace sentir una cierta pesadez a nivel de los bronquios. Es típico de la temporada de invierno, y la presencia de catarros es un indicio de infección de las vías respiratorias.
- ¡Plantas medicinales!
La fitoterapia puede ser una ayuda natural muy valiosa para calmar la tos. Las plantas utilizadas tienen generalmente propiedades antiinflamatorias, mucolíticas, expectorantes y balsámicas. Se pueden tomar en comprimidos, cápsulas, jarabes, tinturas madre, infusiones y macerados.
Entre las principales plantas que tratan la tos se encuentra el plátano, cuyas hojas están indicadas para las inflamaciones de la garganta y las vías respiratorias en general, como la tos, la presencia de flema bronquial, la bronquitis crónica, la fiebre del heno, la sinusitis, y para las inflamaciones de las mucosas de la boca y del aparato urogenital; El liquen islandés, que tiene poderes mucolíticos, descongestionantes y protectores de las membranas mucosas del sistema respiratorio y se utiliza como expectorante y fluidificador de las secreciones bronquiales en caso de tos, tos ferina y asma; el helicriso, cuyas sumidades floridas se utilizan tanto en enfermedades respiratorias alérgicas como infecciosas.
- ¡Flores de Bach!
Las enfermedades de los órganos de la respiración simbolizan, desde un punto de vista psicosomático, nuestra relación con el ambiente que nos rodea, traduciendo la necesidad que tenemos de «aire», espacio y autonomía. Por esta razón las flores de Bach pueden ser un remedio natural muy útil para la tos, representando una ayuda válida para el cuerpo y la mente.
He aquí las flores de Bach recomendadas: Rosa silvestre, el remedio adecuado para quienes han sido decepcionados por la vida y el afecto y no quieren correr el riesgo de volver a sufrir; Madreselva, indicada para los trastornos respiratorios y bronquitis que surgen en quienes viven con arrepentimientos, recuerdos, nostalgia de un tiempo idealizado con el que tiene un vínculo no resuelto.
Para la tos seca se recomienda el Sauce, una flor que calma el resentimiento, el resentimiento y el victimismo. Para la tos gorda, sin embargo, la haya es la luz verde: ayuda a superar el rechazo, la ira y la rigidez, así como ayuda en caso de alergias.
Si sufres de una tos muy fuerte puedes apostar por el acebo, una flor que ayuda a reavivar en nosotros el amor más puro y desinteresado, ahuyentando las energías negativas. Para la tos ferina, por el contrario, recomendamos el Cherry Pum, adecuado para encontrar la paz interior.
- ¡Gárgaras!
En el caso de la tos debida a la harina y la amigdalitis, se pueden alternar gárgaras de agua, sal y vinagre con gárgaras de agua y limón. El primero tendrá una acción descongestionante y astringente gracias a la sal, mientras que el segundo tendrá una acción antiséptica y bactericida natural.
Para hacer gárgaras con agua y sal, basta con mezclar una cucharadita de sal con 250 ml de agua tibia y esperar a que se disuelva por completo. Luego haga gárgaras durante 15 segundos y repita hasta que el agua se haya disuelto completamente.